2 Prácticas cotidianas para reclamar tu poder

Tu poder ya está dentro de ti

Siempre me atrajo la idea de convertirme en un “Místico”. Creía que una vez que alcanzara este título, obtendría poder real. Después de años de estudio y práctica, me di cuenta de que el poder no es exclusivo de ser un Místico, y que ser un Místico no se trata de adquirir poder. Ser un Místico se trata de reconocer el poder que siempre ha estado dentro de mí.

En diciembre de 2024, completé mis estudios formales como Místico. Si bien aprendí muchas habilidades místicas, llegué a comprender que el poder no es algo que se pueda ganar o desbloquear, es algo que se debe recordar y alinear conscientemente.

Los místicos se conectan con la energía para influir en ella, pero más que eso, somos profundamente conscientes de nuestra conexión total con el universo. Si quieres aprender más sobre lo que significa ser un Místico, lee ESTE ARTÍCULO

La verdad es que no necesitas ser un Místico para hacer uso de tu poder. El poder no es una habilidad que se pueda adquirir, ya es tuyo. Tú eres la fuente de poder infinito. El poder es tu capacidad de hacer, la capacidad de actuar, de crear y la energía que aportas a cada momento. Es la base de lo que significa ser humano porque, a través de él, damos forma a nuestra realidad.

Hoy, exploraremos dos formas clave de ejercer nuestro poder: la elección y la comunicación.

Tus elecciones de vida diaria dan forma a tu realidad

Piensa en tu vida. Todos los días, utilizas tu poder a través de tus elecciones, ya sea a través de emociones, pensamientos o acciones. Ejerces tu poder de manera consciente o inconsciente.

Las elecciones conscientes significan que tú dictas cómo utilizar tu poder (emociones, pensamientos o acciones) y tus elecciones inconscientes son alguien o algo más (una creencia, un estado emocional, un nivel de energía o un entorno) que elige a dónde va tu poder.

Veamos un ejemplo sencillo:

Imagina que un amigo te pide un favor, pero estás exhausto y necesitas descansar.

• Si dices que sí automáticamente por culpa o por obligación, se trata de una elección inconsciente, dictada por creencias externas, estados emocionales o condicionamiento social.

• Si haces reflexionas y decides conscientemente, recuperas tu poder. Puedes elegir decir que no y honrar tu bienestar, o puedes decir que sí con plena conciencia, sabiendo por qué estás tomando esa decisión.

Cada momento es una elección, una oportunidad para alinearte con tu yo más elevado. En cada momento, tienes la oportunidad de pasar del piloto automático a la creación consciente.

¡Es cómo respondes o reaccionas a una situación en nuestra vida! Tu poder no está solo en las grandes decisiones; está en los momentos cotidianos que dan forma a tu realidad.

Tu cuerpo: el centro de comunicación más poderoso

Hace veinticinco años, cuando estaba desarrollando mis habilidades psíquicas, experimenté manifestaciones profundas y cambios energéticos. Estaba aprendiendo a ver y leer auras, a percibir la energía, la frecuencia vibratoria del campo energético de las personas de maneras que desafiaban la explicación lógica. Pero cuando vi ¿Qué ** Sabemos?, todo encajó. La película exploraba la física cuántica y cómo nuestros cuerpos físicos moldean la realidad. Fue la validación que necesitaba para explicar lo que había estado experimentando.

La ciencia ahora confirma lo que los místicos siempre han sabido: los humanos emitimos campos electromagnéticos (auras) que no solo afectan nuestro propio bienestar, sino que también influyen en los estados emocionales de quienes nos rodean y nuestro entorno.

¿Cómo sucede esto? A través de nuestra comunicación, con nosotros mismos y con el mundo.

Tu naturaleza más básica es la comunicación

Estás comunicándote constantemente, ya sea que te des cuenta o no.

• La forma en que te vistes y llevas el pelo.

• La forma en que sostienes tu cuerpo y la forma en que caminas.

• Los pensamientos que piensas sobre ti mismo.

• Las emociones que llevas.

Tu energía siempre está enviando señales. Tu alma crea una intención. Esa intención es percibida por tu cuerpo físico, que la traduce en pensamientos. Esos pensamientos comunican esa intención en emoción, la emoción comunica esa intención a tu entorno.

¿Y el entorno? Refleja esa energía hacia ti a través de tus relaciones, experiencias y las oportunidades que atraes. Refleja cada decisión que tomas.

La energía que llevas moldea tu realidad

Piensa en la última vez que entraste en una habitación donde alguien irradiaba confianza y calidez. Probablemente te sentiste a gusto al instante. Ahora, recuerda un momento en el que entraste en un entorno tenso lleno de estrés y frustración; probablemente te sentiste incómodo, incluso sin que nadie dijera una palabra.

La energía que emites, ya sea a través del estrés, el miedo y la negatividad o a través de la alegría, el amor y la gratitud, te afecta a ti y a tu entorno (personas, objetos, lugares) y a tus experiencias en la vida.

Nos comunicamos para conectarnos. Nos conectamos para crear la realidad.

Trabajar con la energía significa influir en tu propia energía y en tu entorno a través de la intención consciente. Y esta capacidad no es exclusiva de los místicos, chamanes o sanadores, pertenece a todos.

Tu poder es lo que eliges. Tu poder está en tus manos.

Cuando elevas tu vibración, no solo cambias tu realidad personal; cambias la energía que te rodea, tus relaciones e incluso la conciencia colectiva del planeta. Eso es poder.

Pero, ¿cómo puedes hacer esto?

Pregúntate:

• ¿Qué estoy eligiendo comunicar hoy?

• ¿Está alineado con la realidad que quiero crear?

• ¿Qué pequeño cambio puedo hacer para elevar mi frecuencia y usar conscientemente mi poder?

Tu realidad no es algo que te sucede, es algo que te responde. Reclama tu poder. Alinéate con tu frecuencia más alta. Crea la vida que estás destinado a vivir.